sábado, 25 de abril de 2009

Los Afluentes del Cambio: La Informática y la Cognociencia

Transhumanismo: Un Nuevo Renacimiento (II.II)



Esta revolución genética en ciernes que deviene de nuestra reciente capacidad de leer el libro de la vida (y de los 3200 millones de pares de “palabras” que contiene), solo ha sido posible gracias al desarrollo de las computadoras, y con ellas, de las tecnologías de información. Estas en conjunto han sido de las tecnologías que más fuertemente han influenciado el mundo en el siglo XX y han cambiado nuestros hábitos y estilos de vida.

Hoy en día prácticamente no existe ámbito de nuestra sociedad dónde las computadoras y las tecnologías de información no tengan un rol preponderante e indispensable. Desde el control de procesos industriales hasta el comercio electrónico; desde la exploración remota de otras planetas hasta las comunidades virtuales; desde una sala quirúrgica hasta nuestros bolsillos. Todos son terrenos conquistados por la ciencia y tecnologías de información, permitiéndonos un intercambio de información y una interrelación sin precedentes.

De todas las áreas de nuestra sociedad donde éstas han tenido o pueden tener un impacto, la que pudiera llegar a ser más importante es en la Educación. La capacidad de almacenar, transmitir y difundir información, lo cual el Biólogo Evolutivo Richard Dawkings ha llamado “meme” o unidades de información cultural [7], ha sido una de las claves fundamentales del progreso de nuestra especie.

Hoy en día una computadora con acceso a Internet representa una ventana a prácticamente todo el conocimiento generado y toda la información almacenada por la humanidad en los últimos 10.000 años. Si a esto sumamos la existencia de proyectos como el de Nicholas Negroponte, que con el apoyo de la UNESCO y amparado en la Ley de Moore, se ha propuesto la construcción de una computadora portátil tan barata que hiciera factible que prácticamente todos los niños en cualquier parte del mundo tuvieran una (lo cual eventualmente será realidad) las posibilidades son enormes. Si bien sabemos el gran impacto que tuvo la Biblioteca de Alejandría para la civilización clásica, aun desconocemos el alcance que tendrá nuestra gran biblioteca global, que paradójicamente, no se encuentra en ningún lugar y al mismo tiempo está en todas partes.

Aunque las computadoras han disminuido su tamaño y al mismo tiempo aumentado sus capacidades drástica y rápidamente en los últimos años, estas aun siguen siendo artefactos externos a nosotros mismos, que en todos los casos requieren la utilización de una interfaz o un lenguaje humano-máquina. Sin embargo esto podría cambiar en los próximos años, dado que los desarrollos actuales ya permiten utilizar los impulsos eléctricos producidos por nuestra actividad cerebral como información de entrada que permite el control de dispositivos electrónicos, creando un puente directo entre la conciencia y la máquina. Y es precisamente aquí donde los afluentes empiezan a converger, empezando a dejar sentir la verdadera fuerza del torrente del cambio.

Todo nuestro conocimiento e información sobre los átomos, las células y en general la realidad natural, es procesada, analizada y sobre todo interpretada, por el sistema más complejo que existe en el universo conocido: nuestro cerebro. Millones y millones de años de evolución han perfeccionado un supercomputador orgánico que como ya se ha dicho, contiene tantas neuronas como estrellas en nuestra galaxia y tantas interconexiones como galaxias en el Universo. En este invaluable órgano es donde han surgido el arte, la ciencia, la tecnología y hasta la espiritualidad. Allí es donde ha nacido el instinto, las emociones, la inteligencia, y en última instancia, la propia conciencia.

Es en nuestros cerebros, donde reside nuestro sistema último de referencia existencial. Es allí donde habita el yo y el nosotros; es allí donde realmente comienza y termina la humanidad. De todas las formas en que podríamos utilizar las nuevas tecnologías para mejorarnos o cambiarnos a nosotros mismos, la más sensible y trascendente, aquella que pudiera marcar un antes y un después en nuestra historia evolutiva, es la modificación de nuestros cerebros.

La nanotecnología, la biotecnología y las tecnologías de la información podrían aumentar de forma inimaginable nuestras capacidades cerebrales, dando origen a las cognotecnologías, las tecnologías de la mente. Es en la profunda interrelación de las llamadas NBIC (Nano, Bio, Info y Cogno) donde se cimientan las bases del próximo y mas grande salto evolutivo. Es en su convergencia donde el poderoso río del cambio nos desemboca en un nuevo e ilimitado océano de posibilidades, a donde estamos zarpando con la intención de llegar mas allá que cualquier ser humano, de propagarnos mas allá de lo que podría un ser humano, de trascender el ser humanos.

Como en todo viaje, siempre hay potenciales peligros y amenazas. Un arrecife de prejuicios o una tormenta de equivocaciones siempre pueden estar al acecho. Por ello es imprescindible utilizar el conocimiento y la reflexión como brújulas para decidir el mejor rumbo posible hacia el nuevo mundo de nuestra existencia.

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