Hoy en el aniversario del natalicio del Dr. Arturo Uslar Pietri, comparto nuevamente estas palabras, que aún cuando fueron escritas hace 76 años, siguen estando plenamente vigentes en nuestra Venezuela contemporánea, y siguen inspirando a las nuevas generaciones de Venezolanos, de esos quienes queremos llegar a ser "gente responsable".
"Casi todos nuestros males vienen de los hombres que no saben sino seguir la corriente. Marchar dentro del rebaño sin angustia del derrotero. De los hombres que no quieren descontentar al poderoso, llámese Gobierno o pueblo. De los hombres que no quieren asumir responsabilidades.
Por ello, naturalmente, nuestra vida de pueblo se ha deslizado siempre por la línea de menor resistencia, en complacientes sinuosidades de agua mansa, cada vez hacia un nivel más bajo de reposo y de sueños.
Es necesario que por lo menos algunos hombres se atrevan a obrar de acuerdo con sus pensamientos, osen decirlos sin disimulo ni oportunismo, que se arriesguen ante la cólera de los pocos o de los muchos poderosos. Necesitamos gente honrada que no adultere sus propias ideas, que se atreva a llamar al error por su nombre, venga de donde viniere, gentes que prefieran la impopularidad a la traición a la propia conciencia, en una palabra, gente responsable."
Por ello, naturalmente, nuestra vida de pueblo se ha deslizado siempre por la línea de menor resistencia, en complacientes sinuosidades de agua mansa, cada vez hacia un nivel más bajo de reposo y de sueños.
Es necesario que por lo menos algunos hombres se atrevan a obrar de acuerdo con sus pensamientos, osen decirlos sin disimulo ni oportunismo, que se arriesguen ante la cólera de los pocos o de los muchos poderosos. Necesitamos gente honrada que no adultere sus propias ideas, que se atreva a llamar al error por su nombre, venga de donde viniere, gentes que prefieran la impopularidad a la traición a la propia conciencia, en una palabra, gente responsable."
Arturo Uslar Pietri
Extracto del Artículo: La crisis de la responsabilidad
Ahora. Caracas, 12 de febrero de 1936, p. 6
No hay comentarios:
Publicar un comentario