La Transparencia en el uso de los recursos públicos es una de las claves fundamentales para el éxito de la gestión pública en la democracia contemporánea. En la medida que una gestión se vuelve más trasparente a los ciudadanos, éstos se vuelven a sus vez más participativos y garantes del buen uso de sus recursos, generándose así un ciclo virtuoso de contraloría social y mayor eficiencia y calidad de los gobiernos, en el cual terminamos beneficiándonos todos. En cambio, cuando la administración público cae en la opacidad, la gestión se desvincula de los ciudadanos a los que se debe, disminuye la eficiencia y la calidad del gobierno, y se crean las condiciones propicias para que el cáncer de la corrupción haga metástasis en el cuerpo público, aumentando y profundizando nuestras miserias colectivas.
Siendo entonces de tan suma importancia la transparencia de la gestión pública para el logro del éxito colectivo, debe ser motivo de altísima preocupación para todos los Valencianos que nuestra Alcaldía haya pasado de ser una de las Alcaldías más transparentes de Venezuela, siendo en el 2008 la tercera a nivel nacional, a ocupar tan solo dos años más tarde, el lugar número 34 de todo el Páis, según el ranking del Indice de Transparencia Administrativa 2010 (ITA2010), elaborado por la ONG Transparencia Venezuela (Ver Figura 1).
Esta preocupante resultado que señala una caída abrupta de 33 puestos, se desprende del ITA2010, el cual es “un sistema de evaluación objetivo de las debilidades y fortalezas de las alcaldías de Venezuela en la lucha contra la corrupción”. El ITA2010 no mide directamente la corrupción en las Alcaldías, pero si evalúa el compromiso de cada gestión “con la obligación legal de presentar, clara, completa y actualizada la información, procesos, normas y mecanismos” asociados al manejo del dinero público, con la intención de disminuir la corrupción.